Sorry Angel's reviews
Media reviews
Vanity Fair
Contiene momentos de auténtica inteligencia y belleza que te romperá el corazón. Es una épica mirada a dos vidas, una en muchas maneras empezando y la otra cercana a su final.
The Hollywood Reporter
La sensualidad y la mortalidad se entremezclan de manera desafiante en la nueva, radiante y desgarradora película de Christophe Honore, 'Vivir deprisa, amar despacio' ('Plaire, aimer et courir vite'). Con una premiere en la competición de Cannes, el último esfuerzo del talentoso, errático e incorregible escritor y director francés es una historia de sexo y muerte, deseo y enfermedad, el amor y la amistad de un hombre preparándose para vivir y otro preparándose para decir adiós al mundo, dejando a sus maravillas escaparse de entre sus dedos.
Los Angeles Times
"Ya vale de sensiblería", es lo que dice uno de los personajes en un momento de la película, respaldándose a sí misma y a la película contra el sentimentalismo que la acecha. Es este rechazo a las lágrimas baratas lo que hace que la película sea sorprendentemente emotiva.
The Wrap
El ritmo escogido por Honoré para este anti-sentimentalista película sobre personajes es como el yin del yang que fue el anterior ganador del Gran Premio de Cannes, 'BPM'.
Indiewire
'Vivir deprisa, amar despacio' no sufre por ser demasiado ambicioso; es una representación aguda de dos hombres en los momentos de mayor cambio de sus vidas, y termina con un tono no muy distinto al que empieza. Pero ese es el ciclo para su flujo intelectual.
Variety
Honoré por fin hace un buen trabajo en base a su talento, en un flashback hacia 1993 para entregar un romance gay profundamente personal que combina sus mejores cualidades como cineasta.
Screen Daily
El título original en francés, 'Plaire, Aimer et Courir Vite' tiene aún más sentido cuando se trata de descifrar este revoltijo personal; una película sin altos ni bajos, una colección de gente e ideas y diálogos que se pierden en mitad de todo.
New York Times
Le llevó un tiempo a esta película digresiva engancharme, pero una vez que lo hizo, 'Vivir deprisa, amar despacio' no me soltaba.