Oh Lucy!'s reviews
Media reviews
New York Times
La protagonista está inmersa en una historia sobre la identidad, la aniquilación propia y una existencia difícil. Todo esto se conjuga en un montaje forzoso y que roza lo cursi que, una vez que las piezas encajan en su lugar, se convierte en un retrato placentero y serpenteante de alguien que recibe otro chute de felicidad, quizás el último.
Variety
La mayor parte de 'Oh Lucy!' ocurre despreocupadamente, y en otras manos podría haberse convertido en una comedia que contenta a toda la audiencia (Minami está espectacular durante toda la película, y la película presenta el uso más extraño de la canción 'A Thousand Miles' de Vanessa Carlton desde 'Dos rubias de pelo en pecho'), pero cuando Hirayanagi opta por profundizar, te das cuenta de la oscuridad que ha estado esperando desde el principio.
The Wrap
Suave pero tremendamente considerado, 'Oh Lucy!' es el estudio de un personaje, una oficinista luchando contra las presiones de ser una mujer mayor soltera, sobre todo en un país donde la soledad y el suicido están normalizados.
Roger Ebert
'Oh, Lucy!' tiene momentos divertidos, tiernos y, para ser sincero, alarmantes, pero el tratamiento de su personaje principal se va por las ramas, intercambiando entre alguien simpático y alguien simplemente patético hasta el punto en que hay un borrón en el lugar donde debería estar el corazón de la película.
The Guardian
No cabe duda de lo adecuado que es que una película sobre la transformación y la reinvención deba ser tan propenso a ello. El argumento de 'Oh, Lucy!' parece forzado, pensado de más. El tono se columpia violentamente. Lo que evita que la película acabe colapsando son las interpretaciones tan cálidas y sinceras junto con el afecto evidente que siente Hirayanagi por su protagonista.
The Hollywood Reporter
Visualmente, la película carece de estilo, y la elección de música es, a veces, desconcertante. Pero a pesar de todas sus incertidudes tonales, el retorno a Tokio pone la historia de nuevo en el buen camino, hacia un final satisfactorio con una nota de sentimentalismo contenido.
Caimán Cuadernos de Cine
Las hechuras son las de una prototípica producción indie que sabe medir perfectamente los tiempos, los de la comicidad y los del drama. Una de esas películas que probablemente asegure a la directora una carrera tan exitosa como impersonal.